domingo, 11 de febrero de 2007

Crash


miércoles, octubre 04, 2006

Crash.... la película
“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo... del miedo al cambio.” Octavio PazCuando comenzó está película, quise saber que la hacía merecedora de un premio Oscar, porque era tan amada y tan odiada, cual era su sustancia y a que me olía mientras transcurrían los minutos.La mastiqué y me costo digerirla, es una película que cuesta tomarla, tragarla y más aún hacerla propia, contemporánea a nuestro Chile, a vuestro Chile “al que se supone el Chile de todos” y que pareciera se aleja tanto de este Los Ángeles, otro lugar donde todos han perdido las alas.Chile, es un país largo y angosto, (otros más visionarios dicen que dependiendo de cómo lo mires es corto y ancho) y esto hace latente la diversidad que podemos encontrar en nuestro pequeño espacio, en nuestro territorio, de norte a sur, de este a oeste, donde ser negro, blanco, rubio, castaño, alto, chico, gordo, flaco o mediano, te hace diferente, te hace ser distinto y no deseable para algunos y deseables para otros….¿yo me pregunto….como discriminaran los no videntes?Vuelvo a pensar en mi país, en “mi Santiago querido” (como decía una cueca de este 18), ciudad que se ha vuelto inhabitable, mi gente se a olvidado de saludar, de dar las gracias, de mirar a los ojos cuando habla, de abrir la puerta para darle el paso al otro incluso de esperar salir antes de entrar, de reconocer al otro en mis ojos, mis sueños, el mismo aire para respirar.Hoy día, todos estamos apurados, observamos de pies a cabeza a quien viene, lo clasificamos de cuico, flayte, feo u otro adjetivo, damos la vuelta para no saludar al conocido o simplemente nos hacemos los dormidos para no dar el asiento.Luego de esto, mirar Crash, está película “gringa” del 2004, me llevo principalmente a 3 conclusiones: Rosseau, miedo y discriminación. ¿Por qué? Bueno por que volví a preguntarme si el hombre es bueno por naturaleza o es la sociedad quien los corrompe.Desde que vimos la película hasta hoy, ha pasado mucha agua bajo el puente y mi visión se complementa con las experiencias vividas recientemente. A mi mamá la trasplantaron de hígado hace 3 semanas, después de meses de espera, la opinión que puedo desarrollar probablemente se ve reforzada respecto de cuando mire por primera vez esta película, hecho que me hizo darle una segunda vuelta y complementarla desde luego con toda esta experiencia, con toda esta situación que me hace mirar la vida desde otro contexto y cuestionarme cual es el límite del deber y el querer del ser humano, cuan grande y pequeños podemos hacernos con nuestros actos, que nos impide dar un paso al frente o simplemente darlo al lado y permiir que alguien camine a nuestro lado.Crash, es una película peculiar, de esas que te hacen mirar el vaso medio lleno o medio vacío, que depende mucho del día en que la veas, de los días del mes, en fin de la situación contextual que acompañe esta visita al cine (o al tiempo de películas en nuestro caso), algunos piensan que es insidiosa, que saca a la luz el lado más oscuro y escondido del ser humano, que es sensacionalista y que en casos pretende justificar de algún modo las circunstancias que acompañan nuestro actuar con respecto a los otros, haciendo una rápida radiografía juntando un cuándo y un por qué.Para mí, Crash ha sido descubrir que todo ser humano quiere parecer invisible a los ojos de los demás, y que actúa motivado por el temor, desconfianza e inseguridad, esperando que los otros hagan por mí lo que yo simplemente no haría por los demás, sin embargo, aunque suene contradictorio, concuerdo con Rousseau cuando este señala de que “El hombre es bueno por naturaleza”, ya que en esencia, es nuestro molde o matriz existe un mayor grado de satisfacción al desear o hacer cosas buenas por los demás que lo contrario, existe el deseo de vivir en comunidad, de compartir y experimentar la felicidad a partir de la convivencia con los otros u otras. El miedo que tantas veces impide sacar lo mejor de uno, que paraliza, es entonces nada más que un hecho contextual un aliño a esta vida de sin sabores.Con todo esto y confirmando mi hipótesis (y claro la de Rousseau) Existieron elementos como la simbolización respecto a la fé en la película que no quisiera pasar por alto. Esto se muestra claramente cuando el policía blanco y uno de los delicuentes negros comparten su fé por una imagen de “san Cristóbal, patrón de los conductores” ¿será que acaso, comparten la fé o la esperanza en que algo podría ser mejor, dejar en manos de una divinidad el deseo de que mañana sea un día mejor, dejar la posibilidad a algo a alguien (ya sea que se llame Dios, Buda, Mahoma, Pacha Mama o lo que sea) de mejorar nuestras vidas, nuestros destinos, nuestros futuros?.En el tiempo dice que mañana lloverá, me iré en metro a la Universidad, “añoro tanto el contacto otro, que para entrar al vagón, no esperaré que antes salgan, para pasarlos a llevar a todos a ver si recuerdo que era “sentir algo”.

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